11 de febrero de 2025
Javier Do Porto lanzó su tercer libro.
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por
Chino Castro
Javier Hernán do Porto acaba de lanzar su tercer libro, Si pudiera como ayer querer sin presentir. "Utopía", sesenta páginas donde expresa reflexiones sobre los grandes temas de siempre, desafía a abandonar prejuicios y relacionarse con la pureza de los niños y salda cuenta con su pasado en los mejores términos, vale decir los de la gratitud y el agradecimiento.
Do Porto elaboró este libro el año pasado en San Pablo, Brasil, donde residió junto a su mujer, la también bolivarense Eliana Portanova, y su hijo Gaspar, por casi veinte años. Ahora la pareja se radicará en la lejana Riad (Arabia Saudita), convidado él por la empresa multinacional de la que forma parte, mientras Gaspar comenzará a transitar su etapa de estudios universitarios en Nueva Jersey. La mudanza sed haría efectiva en mayo.
El autor se "encontró" con el título en una entrevista a Alejandro Dolina. Esa frase, contenida en el tango Uno, fue la chispa que activó, subterráneamente hace unos años, el proceso de escritura del libro. Estaba buscando algo que lo impulsara, y las reflexiones de Dolina significaron el combustible para poner en marcha la maquinaria mental, analiza el autor 'con el diario del lunes'.
"Con su tono irónico, lo que Dolina quería transmitir sobre la frase era la siguiente idea: cuando por primera vez te encontrás con una mujer, te entregás al cien por ciento, pero cuando te vinculás con otra mujer, de algún modo te limitás, porque la primera te engañó, o algo pasó y se cortó la relación. Entonces cuando te acercás a la segunda ya lo hacés diciéndote que tal cosa es la que te puede suceder, de algún modo vas con un modelo y con la actitud de cerrar una puerta. Te limitás, no querés repetir ciertas conductas o actitudes por calcular que te ocurrirá lo mismo que en la experiencia anterior, entonces no vas libre", analizó do Porto.
A partir de los dichos de Dolina en esa charla periodística, con mucho de risueño como es su estilo para comunicarse y comunicar, "me pareció interesante pensar en que la pureza con la que te entregás por primera vez, con una mujer, una amistad o una opinión, esa inocencia característica, luego se torna irrepetible. Mi punto era entonces cómo reencontrar esa pureza, y que una primera experiencia no cerrara puertas", agregó.
De la mano de este concepto, apareció entre los insumos mentales que do Porto iba acumulando para encarar la ardua tarea de escribir, otra idea: "Ya hay algo trabajado al respecto, pero el quid es este: ¿Cómo desaprendemos? Todos estamos preparados para aprender, para tomar conocimientos, ¿pero cómo desaprender de una experiencia que quizá ha comenzado a marcarte? Hay un recorrido científico relacionado con eso, que no investigué, porque este libro no tiene ninguna cuestión científica por detrás o como sustento", aclaró el autor.
"El desaprender probablemente esté abordado por un psicólogo, o en todo caso por alguien que pueda ayudarte a dejar abierta la puerta tras una primera ocasión. Quién sabe en la segunda tengas que transitar otra vez por ahí, y ese camino termine resultándote reconfortante", pensó en voz alta do Porto durante su charla con este diario el fin de semana.
El mosaico de insumos se completó con la palabra del cientista Marcelo Gleiser, un brasileño que se formó en Estados Unidos. Una mañana do Porto participó de una conferencia suya, y ahí cayó la gota final. Tanto, que llegó a su casa, les comunicó a su mujer y a su hijo que había hallado la pieza que faltaba y a la tarde se sentó a escribir. "Gleiser no habló específicamente de querer sin presentir, pero desgranó conceptos similares", puntualizó Javier.
Por otro lado, utópicamente el escritor plantea la aplicación del concepto 'querer sin presentir' a las relaciones entre países, o entre individuos de una mayoría con respecto a una minoría. "A veces hacemos cosas porque nos dijeron, porque lo escuchamos, pero no nos detenemos a pensarlo individualmente. ¿Qué pasa si interactúo de una manera abierta, establezco un vinculo, conozco a esa persona o a ese grupo y obtengo de ello mi propio presentir? Se supone que así debería ser en un mundo utópico o ideal, y por eso el título de libro lleva como agregado la palabra Utopía", explicó Javier. "Asuntos relacionados con la utopía han transformado a la humanidad en muchos momentos, gente se ha planteado cosas que eran un imposibles y ha roto barreras", agregó.
Si muchos creen en ese imposible al mismo tiempo, termina siendo posible.
- Sí, es así.
Y finalmente se avanza, como dice Galeano. La utopía es un ideal que, aunque no se alcance, sirve para caminar en pos de él, para ir avanzando.
- Corre para todos y para todo.
Si pudiera como ayer querer sin presentir está constituido por textos breves, al modo de prosas poéticas, reflexiones de do Porto sobre diversos asuntos como el amor, la resistencia frente a las vicisitudes de la vida y un recorrido por su propio pasado, donde en destacado aparecen sus padres, su núcleo familiar y vivencias de sus años de la niñez y la adolescencia en Bolívar, ciudad de la que emigró a los 18 para formarse en La Plata como contador público nacional.
En la primera parte "hay una descripción de cómo llegué al título", y luego el volumen se organiza en base a las palabras "más fuertes" de la 'oración capital', estas son poder, presentir, el ayer y querer. "Expreso pensamientos sobre esos tópicos, y regreso al tema central para intentar meterme dentro de la utopía y provocar al lector para que se sienta parte de ese querer sin presentir", y, si le gusta la idea, destine un tiempo a internalizar el concepto y tratar de aplicarlo a asuntos de su vida, de modo que las barreras del pasado "no lo acosen ni le pongan limitaciones", expresó el bolivarense.
El libro que sucede a Inspirado, su primer trabajo literario, y a Memorias de ejecutivos en Brasil (en portugués y como co-autor), vio la luz en formato físico por la editorial Autores de Argentina. Do Porto dejará ejemplares en Bolívar, en un hogar familiar y quizá en alguna librería, pero sugiere que, quien lo quiera tener, antes se comunique con él a través de las redes sociales. Lo comercial no es el principal propósito de la edición del volumen, sino la difusión de su contenido, con el deseo de que circule de mano en mano, llegue a muchos y produzca algún impacto. No obstante, está a la venta en Mercado Libre, Amazon, la editorial que lo publicó y otros sitios.
Al igual que en su primera obra, la imagen de portada es una pintura de su madre, Stella Maris Martín, Mary, intervenida con inteligencia artificial y algo de diseño artesanal por Eliana Portanova. El prólogo (ver aparte) es de quien firma esta nota.
El autor no proyecta aún un cuarto libro, siente que antes debe "soltar éste". Sin embargo, sabe que lo habrá, ya lo presiente.
Si, como dice Abelardo Castillo, todos podríamos escribir un gran libro si nos atreviéramos a contar la historia de nuestro corazón, Javier do Porto acaba de hacerlo con Si pudiera como ayer querer sin presentir "Utopía".
A partir de la reveladora palabra del cientista brasileño Marcelo Gleiser (ganador de un premio otrora otorgado a la célebre Madre Teresa), fue que 'Javi' se lanzó en retrospectiva a explorar su propia trayectoria de vida, desde la plataforma de ese hogar bolivarense en que en primavera abrían las ventanas para beber la brisa amable de la estación del reverdecer, o en invierno se cobijaban del frío con la estufa a leña, la humeante armonía de un jarro de café y ese abrazo familiar-primal que no apagará jamás su brasa, a este presente brasileño en que la cálida certeza de la familia que formó, con Eliana y Gaspar, le marcan el norte con sus nuevos desafíos. Un camino que siempre es a casa, a esa invicta casa con ausencias tan presentes que producen la ensoñación de que nada ha cambiado, y quizá esa sea la gran Utopía.
Gleiser fue la espoleta de la granada de una frase reveladora, axioma de nuestro tango: si pudiera como ayer querer sin presentir, que ya embarcado en la aventura el autor condimentó con reflexiones acerca de ella de ese filósofo barrial que es Alejandro Dolina, y así obtuvo la materia prima para su amasado.
Del tal modo que en su nuevo libro, do Porto salda cuentas con su pasado en los mejores términos, levantando la bandera de la gratitud como una flecha hacia el futuro. Imagina cómo sería la vida propia si pudiera como ayer querer sin presentir, rindiéndose sin reservas a la intuición, libre de los prejuicios que las experiencias del vivir van colgándonos sobre la espalda como incómodas piedras que tiran para atrás. Y en esa revisión, nos incluye a todos/as/es. Incluso al planeta, porque la utopía de la que habla el título tiene los brazos largos, como para abrazar la esperanza de que alguna vez la especie sea capaz de hacer lo que no ha sabido/querido/podido, tan ebria de arrogancia tantos siglos después, tan lobo de toda inocencia: entenderse como una simple pobladora de una entidad que era tal desde millones de años antes de nuestra ruidosa (y a veces ruinosa) llegada.
El periplo a través de estas páginas será placentero, pero no libre de sobresaltos. (El volumen está certeramente estructurado en capítulos y tópicos en general breves que lo tornan de ágil lectura, aunque no necesariamente liviana o 'light'.) Nos sentiremos abrigados y seguros, en otros tramos del viaje quedaremos a la intemperie pero la sensación predominante será la de la confianza: su autor nos ofrece una mano segura incluso con todos sus miedos a la vista, a los que a esta altura puede mirar cara a cara. Por eso enseguida nos resultará una mano conocida, la de un amigo que ha venido a contarnos su verdad. Lo que fue, lo que pudo haber sido y lo que aún podría ser una vida tan única e irrepetible como la tuya o la mía.
El amor, los recuerdos y la melancolía, pero también la lucha y la fe, colorean estas páginas que nos llegarán al corazón, porque en un mundo tan artificial, tan virtual y saturado de representaciones, sólo es capaz de conmover cualquier fruto que surja del árbol de la Honestidad. Do Porto lo ha cultivado durante casi cinco décadas, y ahora es el tiempo de cosechar y compartir.
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