Una comedia ‘de banco de plaza’ podría ser el género, que no existe como tal pero podemos tomarlo como idea aproximada de lo que veremos desde el sábado. Pies de acero y ojos de cemento, lo nuevo de Artecon, es una pieza de Lanzoni cuyo núcleo temático son “la soledad, el paso del tiempo y la amistad”, en palabras del propio autor, también director de esta puesta protagonizada por Luis Montoya y el debutante Gustavo ‘Flaco’ García, la nueva incorporación del grupo teatral fundado hace cuarenta y un años y unos pocos días.

“No existe este género, pero lo podemos crear, total, se inventan tantas cosas y neologismos: sería una comedia ‘de banco de plaza’, tengo en mente tres o cuatro obras que transcurren en torno a un banco de plaza. En tono de humor, comedia, nostalgia, se da el encuentro entre dos supuestos amigos que no se ven hace mucho. Uno no recuerda al que se encuentra, pero parece ser que han sido muy amigos, o tal vez no, tal vez haya un error en el recuerdo de ambos, o es que los dos se ponen de acuerdo en acordarse mal. Tiene que ver con el paso del tiempo, la soledad y la amistad. Esos son los temas que abordo en estos cuarenta y pico de minutos en que se desarrolla esta obra”, adelantó Lanzoni a este diario.

Se trata de ‘Chiche’ (Montoya) y Miguelito (García), y de su encuentro en ese banco de plaza de pueblo, el autor tiene muy claro que no se da en el ámbito de una gran urbe donde por supuesto también hay plazas con sus bancos y quién sabe los seguirá habiendo, Milei no ha amenazado terminar con eso: “Podría ser Bolívar, o cualquier lugar del interior, sin cantidades de gente y de cosas alrededor. El que quisiera podría ubicarla en Buenos Aires, pero es una obra de pueblo chico”, remarcó Duilio.  

Las funciones de Pies de acero y ojos de cemento serán el sábado 11 y 18, a las 21.30, y el domingo 12, a las 19.30, en Avellaneda 730, con entradas a 1500 pesos.

El equipo técnico se completa con Diego Lanzoni, en iluminación; Marco Lanzoni, en diseño de afiche, y Patricia Giles, como asistenta.

“Hemos conformado un lindo equipo, con una gran química en el escenario entre el ‘Flaco’ y Luis”

Lo del ‘Flaco’ García es casi un debut. Hizo teatro hace bastante, a sus 17 años y en Urdampilleta, pero nunca en Bolívar. Una incorporación en principio interesante, ya que se trata de alguien que, fuera de su laburo como político y como docente durante muchos años, se ha hecho bastante conocido por su trabajo como actor en casi todas las películas que se han filmado en Bolívar.

-Yo escribí esta obra sin pensar en actores, esa es la verdad. A veces pienso en actores para hacerlas, a veces no, y esta surgió de imaginarme ese encuentro. Después, tenía que buscarle la vuelta a encontrar a quienes podían jugar los personajes que me había imaginado. La presencia de Luis Montoya como ‘Chiche’ me apareció enseguida, pero debía ver quién podía hacer a Miguelito. Pensé en algún actor de afuera, algo a lo que recurrimos el año pasado, en este caso por una cuestión de edad del personaje. Pero realizar ensayos con gente de otro lugar produce complicaciones sobre todo económicas. Hasta que en ese pensar recordé haber visto a Gustavo en varias películas, y me parecía que daban ciertas características vocales y físicas suyas. Eso por verlo, pero después hay que pasarlo al teatro, porque una cosa es el cine y otra el teatro, son formas y situaciones totalmente distintas. Se lo propuse, y su primera intención fue decirme que no, porque está tapado de cosas, por su trabajo, pero lo pudieron el texto y las ganas que tenía de volver a hacer teatro después de varias décadas sin subirse al escenario. Así fue que terminamos conformado un lindo equipo con él y Luis. Hemos ensayado sin solución de continuidad, sin faltas, sin impuntualidades, todos estos meses para llegar a un estreno que, por lo que uno ve en las redes a partir de publicar que él iba a participar de la obra, ha generado todo un runrún dentro de su grupo y sobre todo dentro del palo del cine, entre gente que no suele asistir demasiado a lo que hacemos en teatro.

Runrún que quizá se traduzca en la presencia en la sala de vecinos y vecinas que nunca fueron a ver nada de Artecon.

-Sí, o en el regreso de gente que hace años no viene. De hecho, hoy -viernes- ya tenemos una docena o más de entradas vendidas, cosas que nunca nos sucede con una semana de anticipación. Bienvenido sea, pero sobre todo que esto genere la posibilidad de ver lo que yo creo es un buen trabajo de ambos, con una gran química en el escenario, en una obra que no pretende revolucionar el mundo ni nada por el estilo, ya que se trata de una comedia de banco de plaza sobre dos amigos, es eso.

Por el tipo de obra que describís, infiero que es vital, esencial, que haya esa buena química entre los dos protagonistas. Si se da, no digamos que está todo resuelto pero sí un aspecto sustancial.

-Totalmente. Es la esencia porque justamente se trata de dos personas que quieren recuperar una química que perdieron. El sustrato actoral pasa por ahí, por la sorpresa, el descubrimiento y el recuerdo o la recuperación de un afecto. Eso es lo que trabajamos con los actores en el proceso, y creo que es lo que se va a ver en el escenario.

Chino Castro