18 de septiembre de 2022
La mañana del sábado amaneció amenazante en lo que al clima se refiere, presagiando una jornada con baja afluencia de público en la expo. Sin embargo y a pesar del viento, que hasta pasadas las 15 horas sopló como para hacerse sentir, la gente fue llegando de a poco al predio de la avenida Mariano Unzué hasta completar, ya promediando la tarde, una afluencia interesante.
Fue una jornada de intensa actividad, aunque todas ella vinculadas con el rubro ganadero y de granja, muy del gusto de los principales interesados pero que generan atractivo en el público en general.
A las 11 de la mañana comenzó el remate de reproductores a concurso, es decir los animales bovinos que resultaron premiados en la Jura de Clasificación del viernes pero antes de ello, a las 9 horas, se vivió la jura de animales Holando Argentino que fueron puestos a la venta más tarde.
En los pabellones de animales hubo gran actividad. Porque se juraron las aves, también los ovinos e ingresaron todos los porcinos que si bien no participaron de jura de Clasificación participarán el domingo de todas las ventas programadas bajo el martillo de las casas consignatarias locales.
Los puestos de comidas y bebidas trabajaron a pleno por momentos, especialmente aquellos ubicados en el parque exterior, una buena idea de la Sociedad Rural que permitió la instalación de food trucks con diferentes ofertas gastronómicas. Con todo, aquellos tradicionales como el de la Cooperadora de Hospital, el del Colegio Cervantes y el ex Bomberos que esta oportunidad ocupó el Club Atlético Casariego, mostraron por momentos largas colas de gente, especialmente buscando las famosas tortas fritas que, por algún motivo, son sello distintivo de las exposiciones ruralistas.
Una de las notas destacadas de la jornada la protagonizaron los ovinos, marcando con la importante concurrencia de animales una especie de recuperación de la actividad en campos de la zona. Fueron varios los lotes sujetos a Jura y, consecuentemente, la ceremonia se extendió por horas hasta alcanzar las premiaciones correspondientes.
En la pista central, desde las 15 aproximadamente y hasta el filo de las 17 se desarrolló la prueba de mansedumbre de equinos, una actividad que resultó del agrado de numeroso público que se agolpó a la vera del escenario elegido para apreciar el muy buen trabajo de los amansadores locales. Todos ellos vinieron a la expo con animales que se vendieron como potros el año pasado.
Cuando la nochecita trajo consigo los primeros aires frescos la gente comenzó a retirarse y el saló comedor El Fogón empezó a prepararse para la segunda cena de la expo, en el marco de la cual se presentó Javier Calamaro como artista invitado.
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FIESTAS
Junto a la madre del bolivarense, Yolanda Sende.