AYER. Se homenajeó en el cementerio a Juan Carlos Echevarría, urólogo que falleció durante este 2024

El Círculo Médico de Bolívar organizó ayer, como cada año para el Día del Médico, un homenaje en el cementerio local. Normalmente se recuerda a un profesional de la salud, en el caso de que haya uno fallecido en el último año, sobre él recae el reconocimiento, como ocurrió en esta ocasión con el urólogo Juan Carlos Echevarría, desaparecido físicamente en este 2024.

A la hora señalada, en el cementerio local, integrantes del Círculo Médico, de la familia de Juan Carlos y médicos presentes se concentraron en el ingreso al sector de los nichos de la Cooperativa Eléctrica para dirigirse al lugar donde descansan los restos de Juan Carlos Echevarría.

La recientemente electa presidenta del Círculo Médico local, la pediatra Carolina Calderón ofició de presentadora y le dio pie a quienes iban a dirigirse a los presentes: el doctor Arturo Vergara y la esposa de Juan Carlos, Mónica Tavanti. Calderón contó que "como cada año desde el Círculo Médico organizamos este acto homenaje al médico fallecido durante el año en curso.

Estamos acá recordando al doctor Juan Carlos Echevarría, el Vasco, estamos con familiares, amigos y un montón de médicos que han venido a estar presentes como una manera de respaldarlos en el paso que tuvo por la profesión que tanto quiso". Carolina agregó que "el mejor recuerdo que tengo de él, además de cómo médico, es en las fiestas que teníamos, era el primero en inaugurar el baile y no paraba en toda la noche. El que más lo conoció en el ejercicio de la profesión y un gran amigo fue el doctor Vergara, así que él será quien lo recuerde".

A su turno, luego de agradecer la presencia de los presentes, Arturo dijo: "Recuerdo que llegó a Bolívar con su mamá, lo conocí en el Club Empleados, se presentó, dijo que venía a hacer urología. Era un muchacho muy simpático, comenzó a trabajar y como estábamos en distintas es pecialidades (Vergara es cardiólogo) no tuvimos un conocimiento íntimo pero teníamos un trato frecuente, conocí su hermosa casa, a su hermosa familia, tuve un trato bastante cercano".

Vergara recordó también que "trabajamos juntos en el Hospital, Juan Carlos era un buen chico, sincero, tal vez un poco temperamental, como buen vasco, era cabezón; pero siempre tuvo fines nobles. Tenía mucha integridad con sus pacientes, por ahí montaba el picazo porque no le hacían caso a sus recomendaciones, son cosas personales y particularidades de cada uno". Arturo contó que si bien no tenían un trato frecuente en el último tiempo "cuando nos cruzábamos él me comentaba de su enfermedad y de sus problemas, la última vez lo vi en terapia, la enfermedad evolucionó muy rápido y nos llenó de sorpresas y también de dolor".

Vergara también estuvo en el velatorio de Juan Carlos: "Fue muy lindo lo que hizo la familia, de recordarlo con los colores de Boca, con los globos, eso demostró que su familia estaba con él como él estuvo con ellos durante todo el tiempo que duró su pasaje por la tierra". "Quiero darle fuerza a la familia -continuó el cardiólogo- porque esto fue reciente, que sobrelleven esta cruz que lamentablemente todos tenemos que llevar con la partida de alguien querido. Hay que soportarlo con valentía y saber que donde esté será un lugar distinto, con no tantos problemas, con más paz, una merecida paz. Que Dios se acuerde de Juan Carlos y lo tenga cerca de él".

Mónica Tavanti, la mujer de Juan Carlos, la madre de Natalia, Nicolás, Lucas y Carolina, también dijo lo suyo: "Hace 48 años que estamos en Bolívar, cuando se recibió de especialista en el Hospital de Clínicas vino directo a Bolívar porque operó a una persona que era de acá y lo recomendó, y trabajó siempre en el Hospital. Dio su vida por sus enfermos y por el Hospital, cuando le avisaron que se tenía que jubilar por edad avanzada llego a casa llorando y me abrazó, el Hospital era su vida".

La docente jubilada cree que "algunas enfermedades avanzan cuando se baja la parte psicológica, y pienso que le pasó algo de eso. La urología es una especialidad eminentemente quirúrgica. El siguió con el consultorio un año; pero no tenía dónde operar a los enfermos de próstata. Le propuso al intendente que le hiciera un contrato para operar y recuperar a los enfermos; pero nunca se pudo reunir. Ahí empezó a sufrir y a avanzar su enfermedad".

Mónica insistió en que "él se merecía trabajar unos años más, porque estaba bien física y emocionalmente; pero el retiro lo afectó mucho, a los 69 años se tuvo que mejorar. Siempre fue un tipo honrado, el último día de trabajo lo llamó una colega diciéndole que tenía un paciente deshidratado, que si podía ir al Hospital a colocarle una sonda. Sacó el auto, fue al Hospital y volvió dos horas después, se brindó mucho a los enfermos, y eso fue reconocido por mucha gente. Le apasionaba lo que hacía, la medicina urológica".

Dijeron presente, entre otros, los doctores José Antonio Bucca, Carlos Manganiello, Siro Flores, Manuel Flores y la secretaria de Salud Cecilia Luna. Nicolás Echevarría, en representación de la familia, fue quien colocó la ofrenda floral junto a su hijo Bautista.