MÉDICOS SIN FRONTERAS. Vivir para ayudar, ayudar para vivir, ayudar es vivir

Tras casi un año en México auxiliando a gente que escapa de sus países en pos de un destino mejor en los Estados Unidos, Sebastián Traficante descansa en su Urdampilleta natal en aguardo de volver a tomar un avión lejos de casa: según sus estimaciones, en marzo partirá otra vez a Mozambique, donde estuvo hace dos años.

El bolivarense, que tiene 41 años y es contador público, hace casi nueve que forma parte de Médicos Sin Fronteras, organización no gubernamental de asistencia médico-humanitaria con sede en más de setenta países y cinco centros operacionales, en España, Países Bajos, Bélgica, Suiza y Francia, que son los que coordinan la actividad general de MSF.

Pasó las Fiestas aquí junto a los suyos y quizá a fines de este meses se tomará unos pocos días en la costa atlántica en plan descanso y recarga de pilas, para volver a partir hacia su destino, el que eligió cuando trabajaba como contable para una gran empresa yanqui en Baires, y un día, justo cuando estaban ofreciéndole un ascenso, algo en su interior estalló gritándole que dijera basta, en una historia de renovación y cambio que ya hemos contado en estas páginas en una entrevista disponible en nuestra edición web, publicada originalmente en diciembre de 2021. No fue un 'basta' tortuoso, porque él ya sentía "el fueguito del propósito", cada fin de semana cuando realizaba tareas de voluntariado, como construir casas de emergencia en asentamientos y otras de esa índole.

Desde abril de 2024 Traficante estuvo nueve meses en Ciudad de México, aunque se movió de sur a norte de ese extenso país ya que MSF despliega su proyecto humanitario en todo el territorio azteca, abarcando puntualmente la ruta migratoria. La asistencia contempla a personas que llegan a México desde países de Centroamérica pero también de fuera del continente. Todos buscando, aunque más no haya para los 'marrones' de la historia, las migajas de ese sueño americano que los yanquis no son proclives a compartir, por expresarlo en términos casi amables.

¿Qué encontraste?
- Un desafío bastante invisibilizado, con ese sufrimiento que tienen las personas que deciden irse de su casa, de su ciudad, su lugar, su familia, en busca de una oportunidad o principalmente escapando de altos niveles de violencia. Se estima que un sesenta por ciento de las personas que están en este recorrido, caminando por miles de kilómetros, exponiéndose a muchos riesgos y que sufren muchos tipos de abusos en el trayecto y saben de esos riesgos, lo hacen porque la situación en sus lugares es muy tremenda y peligrosa.

'Deciden' que nada puede ser peor.
- Exactamente. Hay falta de información con respecto a las necesidades que pasan las personas, o a por qué deciden eso. Como un decir 'si ellos resuelven meterse en esa, que se hagan responsables'. Y te aseguro que no lo hacen por aventura ni por placer.

Salen a la ruta a pie, con sus niños, un bolso a la espalda conteniendo todo lo que tienen, hasta su historia, sus sueños...
- Eso iba a decirte: cómo ha empeorado la situación en sus países de origen, que antiguamente quizá a esto lo hacían padres de familia o personas solteras, pero hoy se da un incremento preocupante ya que encaran estos periplos familias completas, lo cual para nosotros en términos de salud es una alarma dado que son personas más vulnerables a la hora de exponerse a ese recorrido, me refiero a niños, mujeres embarazadas...

MSF se enfoca en la salud, pero también "en asuntos que tienen relación con la salud, como el acceso al agua potable, si hay baños en el campamento en el que están, o acceden a recursos de protección; si están siendo amenazados. Los redirigimos a los gobiernos u otros actores que brindan otro tipo de servicio, para que puedan serles útiles en su recorrido. Tenemos trabajadores sociales, comunitarios, que realizan ese redireccionamiento a otras entidades que los puedan apoyar", enumeró Traficante.

Una labor que salva vidas, sencillamente. Seguramente gente a la que han asistido, tiempo después se los ha expresado de ese modo...
stamos actuando. La verdad es que la situación de salud en este recorrido migratorio en el que estuve trabajando el año pasado es delicada, crítica. Nosotros nos encontramos con diferente tipo de sintomatología de salud en cada lugar, entonces se requiere de una intervención diferente según se trate de una guerra, una catástrofe natural. Pero una complicación en un embarazo en un trayecto migratorio, una deshidratación, sin dudas que es de un alto riesgo, ya que hay factores en juego que pueden agravar la salud de las personas.

En este periplo mexicano, Sebas se desempeñó en el área de coordinación general, como adjunto al jefe de misión. Ingresó a MSF hace casi una década como recurso para el área administrativa y de finanzas, pero con los años fue adquiriendo otras responsabilidades hasta su rol en la misión en el país azteca.

Hasta antes de este desembarco en abril pasado, realizó trabajo en terreno en diferentes lugares del mundo, lo que más le gusta. Ahora lo suyo se despliega en una esfera "más macro, más estratégica", pero también "muy interesante", afirmó.

Aunque "todo puede cambiar", en marzo Traficante volvería a Mozambique. "En un momento crítico allá en términos de necesidades y seguridad. Sigue habiendo muchos desplazados por un conflicto interno, un grupo no oficial de carácter islamita asociado aparentemente al ISIS intenta instalar su ideología en diferentes logares, lo que ha llevado a enfrentamientos con el gobierno y a muchas muertes de civiles y desplazamientos de miles de personas a campamentos", explicó.

Médicos Sin Fronteras celebra su asamblea constitucional, que debate "dónde deberíamos estar, si vamos bien o mal, si cumplimos con nuestra Carta Magna. Hay conflictos hoy que demandan mucha discusión: Palestina, Gaza, Ucrania, Sudán, donde hay emergencias claras y siempre que se nos permita estaremos. Pero lo que me gusta mucho de esta organización es que analiza cuidadosamente lo que hace, es muy introspectiva e intenta corregir lo que se puede realizar mejor. Entonces los centros operacionales manejan el presupuesto y deciden muchas cosas del día a día, pero si se nos escapa algo están estas asambleas", destacó el bolivarense.

Como se sabe, MSF depende "en un noventa por ciento" de financiamiento individual y privado, de personas que deciden donar lo que pueden o quieren, cinco pesos, diez dólares, o su herencia, un departamento, como ha sucedido y seguirá ocurriendo. (Quien desee donar, debe googlear Médicos Sin Fronteras, y la propia página le indicará cómo hacerlo. "Todo suma", remarcó Sebastián.)

Por otra parte, la organización paga un salario a sus recursos humanos, cuyos contratos vencen cada vez que finaliza una misión, y se reactivan cuando comienza la siguiente. (Hay gente que trabaja en las oficinas, en Buenos Aires, Barcelona o las otras, y gente que se desenvuelve en el terreno. Estos son los trabajadores que cobran cuando trabajan, vale decir que en este momento el bolivarense está técnicamente desempleado.)

En algún momento aquella gran empresa 'te hizo el favor' de ofrecerte un ascenso, y, sin saberlo ni seguramente esperar semejante volantazo, decidió tu destino.
- Sí, pero yo no hablo en contra de ese tipo de trabajo, simplemente sé que no va conmigo, no es para mí. Y sí me gustó lo que hago ahora, y resultó que me desempeño bien. Antes tuve trabajos que me duraban dos o tres años, siempre con intenciones de crecimiento, hasta que apareció Médicos Sin Fronteras, que no sé si llamar trabajo a lo que hago porque no siento ese pesar de tener que levantarme temprano, etcétera. Cuando estás comprometido con esto, lo ves como parte de tu vida. Claro, me pagan un sueldo, pero no lo siento en esos términos, me sale natural, no estoy por un fin meramente utilitario.

Lo hacés para vivir, más que para comer, hay una diferencia ahí.
- Y principalmente está el disfrute del día a día ayudando a gente, algo que le deseo a todo el mundo.

La mirada de alguien a quien le estás salvando la vida ha de ser algo intransferible, un alimento que sólo alguien en la circunstancia de ustedes puede recibir. Eso les dará una energía especial para seguir, un combustible único.
- Sí... Pero estoy convencido de que recibimos mucho más que ellos. Y no es una muletilla, te lo digo de corazón. Lo que sentís al compartir, por el hecho de que la población afectada te abra sus puertas, te dé la oportunidad de estar con ellos, de escuchar su historia... Yo recibo mil y esa persona diez de nosotros. Esa persona por supuesto pasa por una situación crítica indescriptible que jamás entenderemos al cien por ciento, porque no lo hemos vivido. Gente que nació y creció quizá en un contexto de guerra, que aún pueda continuar luchando, que aún mantenga sus esperanzas, ¿cómo hacés para entender del todo eso? Y que esa persona nos permita compartir con ella y acompañarla en un trance tan difícil, es lo más lindo de este trabajo. Y si hay un desplazamiento, se genera un campamento y les podemos donar un techo de plástico para que no se mojen, cuando pasás por ahí ver que las familias están bajo ese techito te da alegría, o cuando los ves salir del hospital, adonde llegaron en muy malas condiciones y desesperados, y después los encontrás con unos kilos de más, con su herida ya curada y su familia más tranquila. Es hermoso, un alimento único.

"Todas las crisis son graves, pero se elige mediatizar algunas"

"Somos una organización muy imparcial, muy neutral, y nos enfocamos en el sufrimiento de las personas, en intentar devolverles un pequeño espacio de una cierta normalidad o tranquilidad. A veces no hay respuestas acordes a las emergencias, y sí las hay en lugares 'de moda', o por deseo político, por eso nosotros decimos 'hablemos de Sudán'", aseveró Sebastián Traficante.

Claro, hay crisis o conflictos que se elige mediatizar, y otros que son invisibilizados.
- Es una realidad eso, por supuesto. Todas las crisis son graves mientras una sola persona esté sufriendo, pero se elige mediatizar algunas, eso es innegable. Nosotros vamos por afuera de esa agenda, donde de acuerdo a nuestro propio análisis vemos que hay necesidades. Cuando ves Sudán, con un número de desplazados tan grande, un conflicto tan largo y que hay escasos recursos disponibles para ayudar, comparado con Ucrania u otros lugares que, claro, están en Europa y reciben mucho más apoyo por diversas razones... No estoy desmereciendo ninguna necesidad ni ninguna ayuda, pero parte de nuestro rol es ser la voz de esas personas.