17 de agosto de 2024
por
Julio Ruiz Novoa
En Yapeyú, muy cerca de
la desembocadura del río Guabiri, de la vieja reducción de indios guaraníes en
los jesuíticos territorios de Misiones (que más tarde constituirían la actual provincia
de Corrientes) nació José Francisco de San Martín y Matorras, el 25 de febrero
de 1778.
Era hijo del teniente de
Gobernador de aquellos territorios, en el virreinato del Río de la Plata, Juan
de San Martín Gómez, natural de Cervatos de la Cueza, en la provincia de
Palencia, y de Gregoria Matorras del Ser, natural de Paredes de Nava.
A comienzos del año 1784,
tenía José tan sólo siete años cuando con su familia embarcó a España, donde en
1789 sentó plaza de Cadete en el Ejército español.
En las guerras contra los
moros primero, los franceses luego, más tarde los ingleses y por último nuevamente
los franceses, forjó su carrera militar desde abajo y sin acomodos, a la vez
que una fuerte personalidad llena de riqueza espiritual.
Con el grado de teniente
coronel de Caballería, varias heridas y condecoraciones encima, volvió a la
Patria en marzo de 1812 y en los doce años más fértiles de su vida militar y
política, ayudó a completar la independencia argentina y forjó la independencia
de Chile y Perú, siendo sostén de la independencia de Ecuador.
Poco mérito le haríamos
al padre de la patria si su figura la recordáramos solo por sus grandes lo gros
militares, ya que se destacó como estadista siendo Gobernador de Cuyo y primer
Mandatario del Perú independiente.
Por cuantos medios
estuvieron a su alcance, trató de difundir: -la educación como arma fundamental
de la Independencia, -el trabajo como herramienta del progreso de los pueblos,
-el sacrificio como
precio EFEMERIDE 174° aniversario del fallecimiento del Gral. José de San
Martín a pagar para ser libres,
-los renunciamientos a los egoísmos mezquinos entre hermanos,
-la humildad como modo de vida;
-la honestidad como virtud esencial tanto en la vida privada como en el
accionar público,
-el silencio prudente como conducta ante las distintas agresiones, vejámenes y
desprecios que sufrió de sus propios compatriotas. José de San Martín
-"fundador de pueblos" como lo llamara José Marti- se hizo grande
entre los grandes y ganó el bronce de la historia, no por el filo de la Espada
sino por el mayor heroísmo que pueden tener los hombres comunes: triunfar por
sobre las propias ambiciones y mezquindades, en aras de un fin mayor, el
florecimiento de la Patria.
Nos dejó huérfanos, un 17
de Agosto de 1850... "Grande fue cuando el sol lo alumbraba, pero mucho más
grande a la puesta del sol..."
Adhesión de la ASOCIACION
CULTURAL SANMARTINIANA de Bolívar, en el 174ª aniversario del paso a la
inmortalidad del Gral. José de San Martín.
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