ENTREVISTA. "El balance ha sido positivo, se logró ordenar la gestión desde lo administrativo y lo funcional"

Se cumplió ya un año desde que Marcos Beorlegui se hizo cargo de la secretaría de Gobierno de la Municipalidad de Bolívar, cargo nunca fácil desde la llegada de Bali Bucca al gobierno, ya que por allí pasaron Franco Canepare, Ezequiel Casartelli, Soraya Eberhard y Fernanda Colombo, con suerte diversa.

Beorlegui afrontó el desafío sabiendo que su amigo Marcos Pisano lo necesitaba cerca y ya sorteó un año de gestión. Con sus años de experiencia en Legal y Técnica y el Concejo Deliberante, hoy suma un nuevo año desde otro rol, más político-comunitario, de más inserción social.

¿Qué balance hacés del 2024?
- El 2 de enero se cumplió un año de mi nombramiento en la secretaría de Gobierno. A veces esta secretaría suele ser compleja porque termina colisionando con la actividad propia del intendente, más cuando tenés un intendente muy presente como Marcos en las distintas áreas, suele costar encontrar el rol, la función y la utilidad del cargo.

Hay secretarías y direcciones que están mucho más marcadas, cuando me tocó estar en Legales era una cuestión mucho más puntual, uno tenía claro desde que llevaba hasta que se va qué tenía que hacer, y en Gobierno eso es distinto, es un cargo más político-institucional que lleva a una cuestión más de representación que de funcionalidad.

Este cargo te toma mucho más experimentado que aquel Beorlegui de 2011...
- Sí, claramente. Hacienda, por ejemplo, tiene un rol específico, al margen de que a Javier (Erreca) e ha tocado asumir otros roles y lo ha hecho bien; pero son actividad más puntuales y concretas en el día a día que la generalidad que representa esta secretaría, que tiene varias direcciones abajo, que en muchos casos sus funciones exceden para lo que uno está preparado en un 100 por ciento pero va aprendiendo y la experiencia y lo que uno cree que es necesario para la ciudad lo va manejando con su impronta. Algunas veces las cosas salen mejor de lo planeado y otras veces no; pero la idea siempre radica en ir, en ese abanico de funcionalidades, haciendo las cosas lo mejor que cree para el vecino, algunas cosas saldrán mejor, otras saldrán peor y todo es perfectible.

El balance dentro de todo ha sido positivo, se ha logrado ordenar la gestión desde el punto de vista administrativo como funcional.