Claro que también puede suceder que no saben elegir y en tal caso hay que fijarse en el elector y echarlo; de todas maneras cualquiera sabe que por aquí hace más o menos tres cuartos de siglo que nadie sabe elegir; empezando por los votantes; pero se da por todo el mundo. Por otra parte esa manera que tiene el señor presidente de poner gentes que viene de la casta aunque diga que esta es la por batir, aunque, curiosamente, es lo contrario. Y al cabo no se sabe si están porque saben, si se van porque no saben, si los echa por desavenencias o porque estaban ahí para que nada cambie. Y surge lo obvio, por qué no cambia él y los elige bien.

A mí por sobre todas las cosas sin dejar de lado algo de lo anterior en todos, es que no hay gente capaz, que una cosa es hacer lo que les mandan en una trasnacional y otra cosa es hacer lo indispensable en la nación; y no lo hacen. Y en las otras empresas ya los habría echado; y a patadas.

Pero aquí ni los votos los sacan, porque con ellos se meten más adentro de los escondrijos, que hacen que la nación ni para atrás ni para adelante; que es casi lo que aconteces después de un año en que nos conocemos.

Y ahora resulta que lo hacen ir a Davos, que por lo que está a la vista, parecía sin ganas, y lo están convenciendo. Sucede, que si de verdad es de derecha, sabe que lo que se trama ahí no le interesa; porque esa reuniones para destruir y él quiere construir. En una de esas quien te dice. Sin embargo, a un año de sueños o a un año casi de desgobierno poco y nada para los que esperan, cada vez con bolsillos más flacos.

El dólar, movedizo, y con cuatro o cinco dólares contradictorios que con uno que compra y vende, ya está; y a trabajar. Por otra parte, poco sale de las Cámaras adversas, porque se han dado cuenta los echados, que no hay pasta para andar. En una palabra, que la manera de llevar adelante o hacia atrás las cosas que importan a grito pelado e importándoles tres pimientos el de enfrente o el enfrentado que es lo que ahora hay. Desconozco si hay algún país de derechistas que todo el día esté insultando al otro; y en consecuencia, haciendo de las Cámaras y la política un cenagal. Yo no he visto que la derecha a nivel mundial moje la oreja todo el día, y todos los días al otro. Solo se ven en individuos que odian al prójimo y si se dedican a la política pues ni tiene asidero ni tiene futuro. Mal se ve si esa es la única herramienta que poseen y esgrimen.

Y sin embargo, si hablamos de este presidente extraviado en sus propias palabras nunca se ha visto que más de la mitad de la población que vota espere el milagro, al punto que la gente no come como debe por esperar el cambio. Y no queda otro remedio que esperar. Es lo que acontece en esta querida nación desde que tengo uso de razón de ella. Siempre se está esperando que el lector haga su propio estudio de su propia trayectoria y verá que años buenos, años malos irrecuperables, y siempre esperando, desde que echaron TODOS -y TODAS, sorry- a patadas a Illia.

Tanto como Macron que se ha pasado la vida en los últimos meses apuntando a Rusia y a llevar materiales para ayudar al patético nazi ucraniano; y ahora resulta que llama a elecciones anticipadas por que le ha salido mal la joda. Es que se la creen. Y eso que éste, en realidad tonto no es, pero ya desde el colegio se cree el elegido; olvidando, a su pesar, que el tiempo de los dioses sucedió hace muchos siglos y después vino el Hombre y los hombres; y se fueron los dioses al Olimpo y quedamos nosotros para su bello estudio permanente, por los siglos de los siglos. Y sin atender a estos asuntos de peso `pues en las elecciones europeas ganó la derecha, como se esperaba, que es la manera de salvar a Europa, pues estos actuales europeos de pacotilla todo lo que están haciendo es inundarla de africanos para romper la cultura europea. Así de sencillo. Ese es el análisis. Tampoco tiene porque haber un dinosaurio de setecientos cincuenta eurodiputados más los asesores en Bruselas.

Y por aquí el radicalismo se dio el lujo de que lousteau votara en contra, como estaba anunciado, y se escribe en esta columna hace meses y meses traiciona a quienes le han dado de comer por una simple razón; a eso venía. Y porque buena parte de los radicales no sabe por qué es radical. Ni saben tampoco que en esta Argentina hay que romper el radicalismo porque está más o menos entero y eso causa pavor, porque pesa su pasado Y es de esperar que el presidente empiece a gobernar para ver qué tiene en la cabeza que nos cambie; porque va más de un año y el pescado sin vender, y podridillo. Y el Senado ha demostrado una simplicidad; que el país sigue dividido mitad y mitad; y que con bravatas no se va ni a la esquina.