OPINIÓN. El crimen de los árboles de La Vizcaína no hace más que demostrar lo poco que nos importa la historia

Lo ocurrido con los árboles de La Vizcaína sobre calle Sarmiento es un crimen que se perpetró tiempo atrás y que lo que ocurrió en las últimas horas fue retirar las plantas muertas, que fueron envenenadas intencionalmente algunos meses atrás. El principal problema de todo esto, y todo el revuelo que generan las redes sociales principalmente, es que no se comunicó bien oportunamente toda la trama de esta cuestión.

Desde el municipio fueron claros en la información que se brindó: "Hace algunos meses el dueño de La Vizcaína (del local comercial, no de la propiedad) fue infraccionado por haber envenenado los árboles que están ubicadas sobre calle Sarmiento y quedaron 'muertas de pie'". Agregaron que "eso fue debidamente denunciado en su momento por el Consejo del Arbolado y se infraccionó al propietario por esta cuestión y se le comunicó que debía extraer las plantas que mató y reponerlas por un ejemplar del mismo tenor".

Desde Belgrano 11 también dijeron que "esto ocurrió posiblemente seis meses atrás, en su momento tuvimos que acceder al centro de monitoreo para constatar, donde se lo ve envenenando las plantas, y eso derivó en una denuncia formal y se le dio intervención al Juzgado de Faltas municipal", hoy a cargo de la Dra. Fernanda Colombo.

La sentencia del Juzgado de Faltas contra el propietario de La Vizcaína se dictó el pasado 9 de diciembre y el 12 del mes pasado se le notificó que debía extraer los ejemplares muertos y reponerlos. El tiempo que se le dio para quitarlos venció el 23 de diciembre, y por eso, aún vencido, procedió a la extracción en esta fecha; aunque, una vez más, no comunicado o mal comunicado todo queda a la libre interpretación de cada uno.

Ahora, este tipo de árboles que se deben implantar allí en reemplazo de los que asesinaron a mitad de 2024, deben colocarse en la temporada otoño-invierno, por lo que la vereda sobre Sarmiento de La Vizcaína quedará sin árboles hasta entonces y sin sombra hasta Dios vaya a saber cuándo, ya que los árboles que se implantarán darán sombra en unos años, no de manera inmediata.

Esto es lo que tiene que ver con lo que ocurrió realmente, que les aplicaron a los árboles un veneno algún tiempo atrás que los terminó matando y entre las penas impuestas al "asesino" está la quita de los árboles muertos y la reimplantación de árboles nuevo.

"Si lo viera el abuelo..."

El abuelo o bisabuelo del actual propietario de La Vizcaína, que se llamaba igual, fue uno de los hombres que acompañó al intendente Miguel L. Capredoni durante la década de 1930 y 1940, paradójicamente la época en que más árboles se implantaron en la ciudad. Si uno observa la foto de Julio Cortázar en el balcón de su habitación en el entonces Hotel La Vizcaína (sobre Av. Almirante Brown), los árboles son pequeños y la fotografía se tomó en 1938, por lo que es muy probable que "el abuelo" haya formado parte del gobierno (fue concejal) de quien colocó el arbolado en ese lugar de la ciudad, y el nieto hoy contribuye a destruirlo.

Por eso siempre insistimos en conocer la historia, porque el desconocimiento de la misma lleva a este tipo de cuestiones, al margen de que los descendientes muchas veces dan por tierra con todo lo que hicieron quienes los antecedieron, bueno, este es un claro ejemplo.

Bolívar y la poca importancia que se le da a los árboles

De este tipo de cuestiones como lo que ocurrió en La Vizcaína hay montones, pero como nadie se acuerda de lo que hizo ayer, pocos se pueden acordar que un hombre vinculado al juego compró el edificio donde funcionaba Casa Blanca, a pocos metros de La Vizcaína, en Av. Belgrano y Sarmiento. Eso fue alrededor del año 2000, e hizo exactamente lo mismo con los árboles de toda su vereda (error, la vereda es municipal). Como consecuencia de ello, desde el municipio le hicieron una inspección que fue muy polémica y mediatizada, y le clausuraron la "futura clínica". Muchos por lo bajo dijeron que en realidad era un castigo por lo de los árboles. ¿Se acordaban?

Como dije anteriormente, hay muchos casos, si nos detenemos en particular en algunos es porque tuvieron repercusión mediática; pero hay montones. Con las palmeras nos pasa lo mismo, algunas están muertas pero no las quitan, y tampoco se sabe si se infraccionó a quien las "mató", o si se investigó quién lo hizo, como ocurrió en este caso.

Con la obra del Centro Cívico se mataron muchas plantas tan añejas como las de La Vizcaína. Es recordada una intervención del entonces concejal Sergio Croce, de la UCR, que dijo cuando le dieron la palabra en el recinto: "No sacaron unas plantas, sacaron toda una hilera de plantas". Y tenía razón, las que estaban sobre la plaza Alsina, en línea con las que todavía sobreviven en la esquina de "Vivanco", las volaron en un rato.

Un programa de arbolado, YA

En teoría del Consejo del Arbolado que se instrumentó desde el Honorable Concejo Deliberante es un avance, pero es eso, hasta ahora sólo teoría; aunque conociendo la forma de trabajar del presidente del HCD, Franco Canepare, uno imagina que la cosa va a caminar. Claro que para eso habrá que hacer todo un trabajo con el Ejecutivo, que es quien debe accionar un plan de arbolado.

Recordemos el tornado de hace 3 años, a la salida de la pandemia, diciembre de 2021. Casualmente en aquel momento estaba como intendente interino María Laura Rodríguez, quien está cumpliendo la misma función hoy por la licencia anual de Marcos Pisano, pareciera que el tema plantas es su karma.

Ahora, pasaron 3 años de aquella "tragedia" para el parque y las plazas de la ciudad. ¿Saben cuántas plantas se repusieron? No digo ninguna porque Fernando Alvarez, a cargo de "Los Guardianes de tu plaza" implantó algunas en la plaza Rojas, también llamada Plaza de la Escuela 7. La plaza de Melitona, por dar sólo un ejemplo, tenía más plantas que lo que es la plaza misma, aquel ventarrón de diciembre de 2021 no le dejó casi ninguna. Sigue igual.

Para poder reemplazar un caño roto de las cloacas frente a Casa Hogar hubo que sacrificar tiempo atrás la palmera de la punta de la rambla de Av. General Paz y Fabrés García. La reemplazaron por otra que hasta hoy no ha dado señales de vida.

Y así podemos seguir con una lista enoooooooorme de árboles que han sido quitados y no reemplazados en distintos puntos de la planta urbana, de los barrios, etc. A la vera de la Av. 25 de Mayo, entre el monolito a Juan Carlos Bellomo y la Av. Fabrés García, al lado de la senda peatonal, talaron todos los árboles, hace años, jamás los reemplazaron.

Podríamo seguir con 500 ejemplo, quizás más. Poco parece que puede aportarse en tiempos en que los árboles parecen importarle a nadie, como aquellos que compran un terreno, hacen tres departamentos al frente con tres garages, uno al lado del otro, sin lugar para poder colocar un árbol en esa vereda. ¿Eso lo aprueba planeamiento? ¿Eso no lo regula una Ordenanza? Parece que no, y si lo hace, es sólo en la teoría, no en la práctica. Hay cientos de esos casos.

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Erreca, enojado con razón

El ex intendente José Gabriel Erreca fue uno de los primeros en salir a quejarse por esta situación de La Vizcaína publicando en su cuenta de Instagram la foto que acompaña esta nota con la leyenda: "Bolívar, tierra de nadie..., o de unos pocos". A veces da la sensación que sí, aunque en este caso hubo una sanción (no comunicada oportunamente) y una sentencia (tampoco comunicada) que llevó a todo este lío.

En su momento Erreca cuando era concejal en septiembre de 2019 presentó un proyecto de Ordenanza denominado "Nace un niño, nace un árbol", tendiente a que por cada nacimiento se implantara un árbol en la ciudad. Después de dormir un laaaargo rato en comisión, el expediente fue pasado a archivo tras la sesión del 5 de mayo de 2021 por la mayoría del bloque oficialista.

En julio de 2023 la concejal Emilia Palomino (integrante del Consejo del Arbolado y una de las denunciantes de estos hechos ocurridos en La Vizcaína) presentó el proyecto nuevamente y esta vez sí fue aprobado; aunque como muchas Ordenanzas, no se cumplen y tampoco hay mucho ruido si el Ejecutivo no las aplica, hasta que pasan estas cosas.

(Cortázar en el balcón de su habitación en el Hotel La Vizcaína, que daba a la Av. Almirante Brown y que también hicieron añicos).

Si los viera Cortázar

El escritor Julio Cortázar "maltrató" a Bolívar cada vez que tuvo que hablar de su paso por esta ciudad como uno de los primeros profesores del ex Colegio Nacional. Imagínense si nos "negó" o "ninguneó" cuando La Vizcaína (en ese entonces hotel) estaba rodeado de árboles, lo que diría de nosotros luego de estos hechos, seguramente hubiera ensombrecido aún más su recuerdo sobre esta ciudad.

Como al pasar, y para demostrar que de la historia no nos importa nada (al menos a una buena mayoría de bolivarenses), la habitación que ocupó Cortázar en el Hotel La Vizcaína, con balcón hacia la avenida Almirante Brown como muestra la foto, también fue destrozado en pos de la modernización. "Cortázar no nos quería y nosotros no lo vamos a honrar", habrá pensado el constructor mientras demolía esa histórica habitación. Es probable, pero es parte de nuestro lamentable presente, en el que no podemos mantener lo que imaginamos con mucho esfuerzo construyeron y plantaron los viejos de ayer. "Si lo viera el abuelo".