Con singular éxito en lo referente a la cantidad de vehículos inscriptos y participantes y con gran marco de público, comenzó a desarrollarse en Bolívar el Encuentro de Autos Clásicos, Hot Rods y motos con escenario en el Parque Municipal Las Acollaradas.

Una numerosa cantidad de amantes de los fierros procedentes de diferentes ciudades de la región comenzaron a llegar desde muy temprano y de inmediato se aprestaron a estacionar sus reliquias en los lugares designados por la organización, utilizando para ello el sector del parque comprendido entre el Cristo y el Natatorio Municipal.

Se lucieron hacia el mediodía las parrillas recientemente reparadas, aprovechadas y muy bien especialmente por los visitantes, quienes más allá de despuntar el vicio automotriz también se hicieron un tiempo para el disfrute de buenos asados.

Mientras tanto, sonaba en el Parque Las Acollaradas el sonido rockero provisto por un DJ especialmente contratado, aportándole a la fiesta la música que tan bien le pega.

Varios puestos de ventas de artículos vinculados con el automovilismo se mezclaron con otros tantos Food Trucks y era incesante el paso de cantidad de público que, con ojos entusiasmados, se detenía frente a cada uno de los vehículos en exhibición admirando en algunos casos la belleza de los clásicos intactos y en otros el ingenio puesto sobre las máquinas para transformarlas en Hot Rods.

Los amantes de las motos también tuvieron su espacio, ya que una gran cantidad de estos vehículos, de diferentes años y modelos, se estacionaban presumiendo sus bondades, cuidado y una nunca perdida elegancia. A propósito, una gran cantidad de aficionados de este rubro llegó a Bolívar a bordo de impactantes motos, algunas de las cuales hicieron música con sus escapes.

Mientras tanto, en el "trompódromo" preparado al efecto, los Hot Rods se lucieron haciendo lo que a sus dueños tanto les gusta: derrapes forzados, trompos y demostraciones de buen manejo que convocaron al aplauso espontáneo de quienes allí disfrutaron del momento.

El cronista de este medio tuvo la fortuna de ser invitado a subirse a "La Cascarita" de Chicho Benítez, uno de los organizadores del acontecimiento junto a un puñado de entusiastas bolivarenses. Fue una magnífica experiencia y un disfrute muy especial, ya que Benítez resultó ser un eximio conductor y su hot rod una maravilla, con un empuje perfecto de su motor Fiat 125 preparado por las hábiles manos de Cañete Competición.

Para la tarde se aguardan más trompos, mucha más música y sobre el final el sorteo de los regalos conseguidos por los organizadores. Finalizará de este modo un Encuentro que nació exitoso y así terminará, aprovechando las buenas condiciones climáticas reinantes en Bolívar.