De la preocupación por el esquema de quitas a la cultura que plantea Milei presidente, y de algunos percances personales de integrantes de su equipo, La Cultural extrae fuerzas para seguir, convidar a realizadores y proyectar un año que se avizora diferente, pero no por difícil menos cargado de actividad artística en una institución que aprendió a fortalecerse en el hacer y en la variedad de propuestas y espacios.

Después de un enero peculiar, con la comisión directiva (igual que las de todas las bibliotecas populares) en pie de lucha contra al pretendido ajustazo al sector, La Cultural enciende motores y sale a convocar.

Abrieron puertas. No están aún trabajando a pleno, pero sí haciendo cosas. Raúl Chillón, presidente:

-Sí. La verdad que este verano para las bibliotecas populares ha sido muy extraño, hemos estado todos trabajando en red, comunicándonos, y en las sedes las comisiones directivas. En enero habitualmente los bibliotecarios no trabajan, y este enero tampoco, pero sí las comisiones directivas hemos tenido mucha tarea, participando en asambleas, en protestas.

¿Por qué ha sido un verano extraño?

-Por eso mismo. Al menos desde que estoy acá hace seis años, los veranos son bravos, porque no llegan los pagos de los subsidios de Provincia y se encienden las alertas rojas. Pero este fue mucho más bravo: habitualmente cuando esos subsidios no llegan, se palia esa carencia con los de Nación, y estos meses nos hemos visto con esa amenaza constante (de desfinanciar la CONABIP, Comisión Nación de Bibliotecas Populares), que aún persiste. Fue un verano en el que muchas bibliotecas del país trabajamos por fuera de lo que es específicamente la labor de una institución así, haciendo cantinas, colectas, etcétera, para pagar cargas sociales y demás. Sobre todo las bibliotecas que llegamos mes a mes con lo justo, hay otras que no la tienen tan difícil porque en esto también hay muchas realidades a nivel país, situaciones disímiles.

“Hace muchos años que nuestro perfil es multicultural”

¿En febrero ya están a pleno?

-Sí, ya estamos con la biblioteca abierta, en sus horarios habituales. Arrancan además las convocatorias a los talleres, se lanza la invitación para que la comunidad presente sus proyectos de espacios, y algunos que están desde hace años ya entran en vigencia este mes. Por otra parte, tenemos una Galería de Arte, y también estamos estos días convocando a artistas plásticos a exponer y vender. Siempre enero es un mes más administrativo, y en febrero se ponen en acción algunas actividades. Estamos ahora en eso. La historia reciente de la institución ha estado muy conectada a los artistas de todo tipo. Al ser una biblioteca popular ha trabado históricamente un fuerte vínculo con lo literario, pero hace muchos años que el perfil es multicultural, porque dirigimos la convocatoria directamente a hacedores culturales, profes, grupos artísticos, para hacerles saber que acá pueden disponer de un espacio, cosa fundamental para preparar un proyecto. No sólo para talleres, se pueden realizar en nuestra casa ensayos de obras de teatro, de espectáculos de danza. Sólo pedimos que nos presenten una propuesta clara y concreta, o una idea y nosotros desde la comisión ayudaremos al interesado a darle una forma.

¿Qué talleres 2024 están confirmados?

 -La Fábrica del Ritmo está firme hace muchos años, con el taller de Percusión (que dicta el propio Raúl Chillón, fundador y director de La Fábrica); ahora en febrero comenzamos con las clases a una franja de edad que nunca habíamos tenido, niños/as de 6 a 12 años. Dictamos tres clases. Siempre hubo falta de respuesta de ese segmento, pero esta vez mágicamente aparecieron un montón. Seguramente un interés impulsado por los talleres de Teatro que se brindaron el año pasado, que funcionaron muy bien. Ofrecemos uno para niños, con Melina Cardoso. Sus participantes trabajaron todo el 2023, hicieron una muestra en el patio de la entidad, que lo acondicionamos para eso, y pronto comenzará la nueva temporada. Otro de los talleres de Teatro está destinado a adolescentes, y lo dicta Anneris Escalada Aranas. Estos espacios están en etapa de convocatoria. Además contamos con una sala recuperada, en el sector de adelante, donde montamos la biblioteca infanto-juvenil: en un rincón está la bebeteca, articulada con la municipalidad; hay un rincón de juegos lúdicos y otro para adolescentes, con best sellers y cosas que les interesan a ellos. Aunque no lo puedas creer es el lugar más habitado de la biblioteca, vienen muchos chicos a jugar y a leer.

Terra compartida: “Estamos muy contentos con este tipo de acuerdo entre instituciones”

“Después, fuera de lo artístico trabajaremos por segundo año consecutivo con el Instituto Terra. Ellos darán un nuevo curso de Perito Clasificador de Granos. Les interesó el lugar, desarrollar su capacitación en nuestras instalaciones”, informó el presidente de La Cultural durante esta entrevista. “Tuvimos un vínculo muy fuerte y muy lindo. Se interesaron por nuestra actividad, nos donaron unos tablones y elementos, que los necesitan para trabajar pero que quedan para La Cultural. Estamos muy contentos con ese tipo de acuerdos, que a veces no son fáciles entre instituciones, más aún en este caso que va por fuera de lo artístico”, destacó: Cuando la cuestión marcha por ese riel, “en comisión nos hacemos diez mil preguntas para definir si aceptamos o no. En este caso el interés de ellos por estar acá fue fuerte y genuino, por la comodidad del lugar, por la ubicación, así que iniciaremos pronto el segundo año de un taller que es muy bueno, ya hay gente que recibió su certificado profesional el año pasado, yo he visto trabajar al grupo y puedo decir que es una propuesta pedagógica valiosa”, enfatizó Raúl. Las clases comenzarán en marzo. El profesor de Terra viajará a Bolívar para ponerse al frente del alumnado cado quince días, unas cuatro o cinco horas.

Soysa y una intervención para socializar la problemática de bibliotecas y artistas

Por otra parte, el año pasado La Cultural inauguró su Galería de Arte, en el hall de su edificio de avenida San Martín. Estos días están invitando a artistas plásticos interesados en exponer y vender su producción. “Todos teníamos ese proyecto, en comisión somos amantes del arte plástico y vemos que no hay un lugar para la disciplina, o mejor dicho han existido pero no han perdurado, por eso queremos que nuestra Galería haya surgido para quedarse”, aseveró el presidente institucional. La dinámica es así: se inaugura la muestra, permanece quince días y los siete siguientes son para vender, con beneficio exclusivo para el artista expositor.

La primera muestra está confirmada: será de Selina Soysa.

-Sí, en marzo. Es una intervención artística que socializa la problemática de las bibliotecas populares y artistas en general frente al no nombramiento por parte del gobierno nacional de directivos en el Fondo Nacional de las Artes y la CONABIP. Hay una relación muy estrecha, de cientos de años, entre las biblios populares y los artistas, no sólo con los escritores. Con todo el revuelo que se ha armado este verano con respecto a lo que se pretende hacer con el arte y la cultura, se ha puesto en el tapete el rol de las bibliotecas populares, en grandes y pequeñas ciudades: uno piensa en Bolívar y dice ‘acá puede ser, porque no hay tantos espacios, es una comunidad chica’, pero te vas a La Plata y de repente las bibliotecas son comedores populares. Es un rol social muy fuerte el que cumplen. Para abril ya tenemos otra exposición preparada, y en junio recalarán Dalmiro Zantleifer y Leandro Martínez con su muestra. Dalmi es parte de la comisión, Leo es compañero de nuestra bibliotecaria (Gisela Holgado) y están muy presentes en todo lo que hacemos, en reuniones de comisión y demás, muy activos, son dos guerreros de la biblio.

“Toda esa angustia sirvió para unirnos”

Vamos a usar una palabra trillada, pero pertinente, para cerrar: los espera un año intenso. De mucha actividad y también de mucha incertidumbre, del vértigo que genera no saber bien dónde se está parado económicamente, lo cual conspira contra proyectar, pero a la vez con la tranquilidad y la confianza que da saber que alrededor hay un montón de artistas dando vueltas, proponiendo cosas, queriendo hacer, queriendo colaborar, y eso por algún lado sale.

-Lo dijiste todo (risas). Arrancamos el año con mucha angustia, ocurrió también lo de Gisela (ver aparte artículo referido a su importancia en el andamiaje de trabajo institucional), que sufrió un problema muy grave de salud, y toda esa angustia sirvió para unirnos como comisión, e incluso se acercaron de las otras bibliotecas, prolongando la unión que existió el año pasado y que para mí es algo novedoso. Se encuentra mucha fuerza en eso, en que las bibliotecas, que somos tres acá más la de Urdampilleta, tiremos juntas. Es fundamental, y más todavía en estos momentos, donde hay que sacar creatividad y recursos de donde no hay.

Del entusiasmo.

-Claro. Así que nos espera un año intenso, creo que particularmente intenso en lo administrativo. Con la garantía de tener equipo, gente interesada en que el barco no se hunda, y esto se repite en todas las bibliotecas. Dentro de semejante angustia, eso emociona, da energía, la de poder decir que no está todo perdido, ya que hay un gran porcentaje de la población que quiere a las bibliotecas, que las necesita para sensibilizarse, para expandirse y para vivir. Eso nos deja tranquilos.

Gisela corazón de leona

Seguramente proyectan realizar presentaciones de libros, como el año pasado.

Chillón: -Eso nos parece central: brindar desde la biblioteca a los escritores la chance de presentar su libro, de formar parte de redes junto a otros autores. Es algo que se ha instalado, por suerte: el año pasado presentamos varios volúmenes, y estuvo re bueno. Sucede como una magia en el hall, que ahora es Sala de Arte, se da un vínculo especial con la gente, un lindo ida y vuelta, y Gisela, la bibliotecaria, también es muy apasionada por su trabajo, una hacedora cultural muy zarpada, conoce a muchos autores, mucha gente, y va bien al frente. Tira algo y a los dos meses ya está organizada la presentación, es tremendo.

Alguien muy eficiente, funcionarios que funcionan.

-A mí me gusta decir que es muy apasionada, porque se la nota así, con mucha pasión para desempeñar su trabajo, y por ramificar esa tarea. Además entiende a la biblioteca popular como la entendemos nosotros, es decir un lugar en el que no sólo hay libros sino personas.

Para vos como presidente de la entidad ha de ser muy diferente, mucho mejor, si hay alguien como ella.

-De hecho, Gisela es la biblioteca. Cuando venís te das cuenta. En todo sentido: está en todo, está en el lugar, siempre organizando cosas, no sólo acomodando libros, y el año pasado todo eso que viste en cuanto a presentaciones de libros, a la Feria del libro, que estuvo buenísima, fue por Gisela y la ‘Tota’ Volpe, que han tejido una sociedad muy linda, y ahora ella (Volpe) es la bibliotecaria de la Rivadavia. Es decir que nos espera un año calculo que cargado de actividades de ese tipo.

Planifican también la feria 2024.

-Sí. El año pasado salió muy bien, pero lleva mucho trabajo. Por suerte Gisela conoce a casi todos los autores que vinieron, y ahora ya están trabajando para saber si alguien ha escrito un nuevo volumen. Hay gente que tiene su libro preparado, y a partir de la Feria se le dio una vuelta de rosca a eso para editarlo en Pdf, con un Qr y demás, con la idea de monetizar el trabajo de escribir un libro, básicamente. La Feria fue una experiencia muy linda el año pasado, muy desgastante ya que insumió un arduo trabajo de toda la comisión, pero no la queremos perder. Nosotros fuimos sede, pero la idea es que se vaya haciendo cada vez en distintas bibliotecas, lo mismo que la suelta de libros, otra propuesta que pasará por diferentes locaciones. Más allá de dónde, lo importante es que estas cosas se hagan. Además se acerca mucha gente con inquietud de escribir, de ver cómo y dónde editar, y la Feria es un ámbito propicio para avanzar en esas cuestiones.

Chino Castro