El bolivarense Marcos Molina fue uno de los dos argentinos que disputó, en el país vecino de Uruguay, precisamente en la localidad de Trinidad, Partido de Flores, la octava edición de la Marcha FICCC, una carrera de prestigio en lo que refiere a la raza de Caballos Criollos que se desarrolló, además, dentro de la edición número 52 de la Marcha Funcional.

La competencia, de carácter internacional y denominada Carlos Máspoli, cuenta con participantes de Uruguay, Brasil y Chile y comenzó el día 4 de junio. Una marcha esperada, palpitada con antelación por los marcheros-jinetes de todo el continente que silenciosa e incesantemente se preparan durante meses y años para afrontar esta cita de relevancia de la mejor manera posible.

La Marcha Internacional de Resistencia tiene como objetivo principal demostrar y difundir la capacidad de resistencia, rusticidad, guapeza y velocidad del caballo criollo. 81 competidores y un extenuante recorrido de 750 kilómetros por caminos rurales distribuidos en 15 días y 15 etapas (algunas de ellas con tiempo regulado y otras de tiempo libre) le dan forma a la exitosa marcha uruguaya que finalizará el próximo domingo 18.

Lo destacado acá es que Marcos Molina, oriundo de Bolívar y residente en la localidad de Herrera Vegas, representó con hidalguía a la Argentina en lo que fue su primera participación fuera del país. El experimentado jinete de 26 años de edad guió a la yegua Indalo Amanecida, animal perteneciente a la cabaña Cerro Chenque de la ciudad de Pehuajó, y luego de varios días de carrera debió abandonar antes de tiempo a causa de una enfermedad que sufrió su equino. Con esta misma yegua, Marcos había ganado dos “Marchitas Criollas” en el año 2019 en Bragado y Pehuajó.

Junto al pehuajense Sebastián Roldán, arriba del caballo Indalo Maneador, ganador de la Marcha Joaquín Amadeo Lastra en tres oportunidades (2017, 2018 y 2019), de la misma cabaña, fueron los únicos albicelestes presentes en la ciudad charrúa y regresarán al país repletos de anécdotas, fogones compartidos y con una hermosa e inolvidable experiencia que disfrutarán por siempre.

¡Bolívar viajó a Uruguay y dejó su huella!

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