12 de enero de 2025

AGRO

AGRO. El trabajo grupal como metodología de extensión rural en INTA Bolívar

Trabajo publicado en la Revista Red, edición Nro. 3 de Diciembre de 2024.

La extensión rural se ha consolidado a lo largo de la historia del INTA como una herramienta de transformación indispensable para el desarrollo del país. La misma implica una asociación multidisciplinaria e interinstitucional de capacidades de investigación, transferencia, vinculación, comunicación y articulación necesarias para la innovación. Cada unidad de extensión del INTA se constituye como un espacio activo y referente de la innovación al que concurren los actores para obtener o disponer de soluciones tecnológicas y/o aprovechar oportunidades que favorezcan la mejora de las cadenas de valor y el desarrollo de los territorios de manera permanente y sostenible (DNATyE, 2024).

La extensión puede ser caracterizada según enfoques y metodologías o métodos. En las últimas décadas, se observan dos transformaciones: por un lado, el pasaje de enfoques orientados a la transferencia o difusión vertical de tecnologías, a propuestas centradas en la facilitación horizontal y participativa de aprendizajes; y por el otro, de una comprensión simplista y lineal de los sistemas productivos y de los procesos de innovación, a una mirada sistémica que reconoce el valor de múltiples actores y de diferentes formas de conocimiento. En relación a los métodos, la tipología los clasifica en individuales (extensionista-productor), grupales (extensionista-grupos de productores) o de masas (difusión de información a través de medios de comunicación). A partir del reconocimiento de que los procesos de desarrollo e innovación rural poseen carácter sistémico y territorial, requiriendo de la articulación y coordinación entre múltiples actores, surge un cuarto tipo de método, expresado como coordinación inter-actoral o interinstitucional (Landini y Gallardo-López, 2022).

La AER Bolívar se encuentra en el centro oeste bonaerense, fue creada en 1958 y depende de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Pergamino. Dentro de las metodologías de extensión de dicha unidad, el trabajo grupal ha sido de los más relevantes. La interacción con actores tradicionales como de sectores dinámicos a distintas escalas y con diferentes contextos socio productivos y ambientales busca superar el modelo lineal de extensión. Las dinámicas participativas propician el intercambio entre actores o destinatarios, y entre estos y extensionistas de INTA, lo cual permite la recepción de inquietudes, problemáticas o necesidades que determinan nuevas temáticas de experimentación o abordaje dentro de las líneas de la agencia.

En la actualidad, estos actores son personas formadas e informadas, lo que implica que el extensionista ya no posee el "saber único" al que hace referencia el enfoque tradicional, para convertirse en un actor más en la construcción conjunta de la innovación. El surgimiento de organizaciones e instituciones con objetivos en algunos puntos similares al INTA, lejos de generar competencia, debiera motorizar el trabajo en pos de integrar las capacidades de todas las partes. En algunos casos, el rol de los técnicos de la AER reside en el aporte de conocimientos específicos respecto de una actividad productiva, los cuales se entrelazan con el saber y las experiencias de la contraparte. En otros, la contribución tiene que ver con herramientas para el funcionamiento de los grupos y el desarrollo de procesos organizacionales que brinden sustentabilidad a los proyectos. En este sentido, el aprendizaje que otorga cada experiencia de trabajo en grupo aporta dinamismo al rol del extensionista y la posibilidad de ser repensado constantemente para adecuar dicho accionar a las necesidades y posibilidades del entorno. El presente artículo busca documentar las experiencias de trabajo grupal desarrolladas en el ámbito de la AER Bolívar, destacar la importancia que representa dicha metodología para la unidad y contribuir a la generación de nuevos intercambios y propuestas, como también motivar el accionar de extensionistas.

Experiencias con grupos

El programa Cambio Rural es una herramienta de extensión creada en 1993 por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (actual Secretaría) y co-ejecutado con el INTA para promover la interacción entre actores y contribuir al fortalecimiento del desarrollo local a través de la conformación de grupos de productores que reciben la asistencia de un promotor asesor que acompaña durante 42 meses la ejecución de una planificación grupal e individual.

En la AER Bolívar, en 31 años de ejecución del programa, se formaron 50 grupos que implicaron 35 promotores asesores y 537 productores. Desde 2009 a 2012 se llevó adelante el programa PROFAM (Promoción de la Agricultura Familiar) bajo el título "Promoción de la pequeña agricultura familiar en Bolívar para mejorar su nivel su desarrollo". El mismo se ejecutó de manera conjunta con la Filial Bolívar de Federación Agraria Argentina y Mujeres Federadas Argentinas como entidades de representación. Se desarrollaron actividades de capacitación en temas como industrialización de excedentes agropecuarios, comercialización y producciones alternativas. Estas instancias de capacitación generaron grupos Cambio Rural no tradicionales en la zona (frutos secos, avícolas y turismo rural).

Desde 2014, la Feria Verde constituye un punto de encuentro para la comercialización en la ciudad de San Carlos de Bolívar que reúne emprendedores locales y a la comunidad toda. El proyecto se inició desde la AER local a partir de la identificación de productores y emprendedores, cuyo trabajo posterior radicó en la conformación y el fortalecimiento del grupo de feriantes (Amado et. at., 2023).

En los últimos años se gestó el vínculo con la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), la cual nuclea a productores y profesionales del agro. Se realizan en conjunto actividades de capacitación y experimentación, que se formalizaron mediante la firma de convenios. Desde el año 2022, se desarrolla una jornada técnica anual en el Campo Experimental Barnetche de INTA organizada entre ambas instituciones. A partir de los experimentos conducidos se elaboran informes y artículos técnicos.

En 2022, la realización de talleres de hilado artesanal de lana visibilizó la existencia de mujeres que residen en el ámbito rural, quienes expresaron la necesidad de continuar aprendiendo juntas y que la iniciativa no quedara en un solo encuentro. En este marco, técnicos de las agencias de INTA Carlos Casares, Pehuajó y Bolívar y de la Chacra Experimental Bellocq (MDA) propusieron la formación de un grupo para aprovechar una materia prima disponible en el medio y generar oportunidades de desarrollo económico para mujeres del campo a quienes normalmente les resulta difícil el acceso a un trabajo remunerado. Así nació la Red de mujeres rurales hilanderas del centro oeste bonaerense, de la cual participan más de 20 mujeres de los partidos de Carlos Casares, Pehuajó, Bolívar, Hipólito Yrigoyen y 9 de Julio. Las integrantes se capacitan y participan de exposiciones y eventos, mostrando cómo realizan el proceso productivo, además de comercializar madejas, prendas y accesorios.

Análisis de las experiencias

El dictado u organización de cursos, capacitaciones o talleres propuestos desde la AER ha constituido la piedra basal para la formación de grupos. Tal es el caso de grupos de Cambio Rural o la mencionada Red de hilanderas. Estos espacios de encuentro resultan de vital importancia ya que ponen de manifiesto las necesidades de los productores u otros actores del sector, y generan vínculos entre los destinarios de la capacitación y los docentes que son necesarios para un futuro agrupamiento. Las demandas manifestadas presentan un desafío para los extensionistas, dado que deben desarrollar estrategias de abordaje. En algunos casos se podrá brindar un marco institucional que contenga la propuesta, como ha sido Cambio Rural; en otros, se deberán diseñar nuevos proyectos o alternativas para dar respuesta.

En este punto, resulta fundamental la confección de indicadores tangibles como son los planes de mejoras grupales e individuales, en pos del registro de la tecnología adoptada. En otros casos, los productores ya se encontraban agrupados y debido a la vinculación de alguno de ellos con el INTA pudieron aprovechar herramientas difundidas por la institución. Lo anterior confronta con grupos que nacieron promovidos desde los asesores o desde el incentivo de programas o líneas de financiamiento, cuya duración se ha visto limitada al no provenir de una demanda genuina.

La vinculación con Aapresid posibilita el intercambio con productores tecnificados, en la mayoría de los casos profesionales. Se visualiza una retroalimentación: por una parte, los extensionistas acceden a la información que moviliza a estos actores y colabora en la definición de líneas de trabajo; por otra, los técnicos de INTA comparten sus conocimientos en temas específicos agrícolas y ganaderos y sobre procesos organizacionales de grupos, que resultan importantes en el hacer de la Regional.

Consideraciones finales

En la actualidad quienes constituyen el abanico de destinatarios del trabajo de las unidades de INTA poseen libre acceso a información de utilidad para el desarrollo de sus actividades productivas. Este contexto pareciera desdibujar el rol del extensionista en su ámbito local, ya que los productores u otros actores del sector, pueden contactarse con técnicos e investigadores a partir de medios virtuales de comunicación. La cercanía geográfica dejaría de ser una condición necesaria para el acceso a la información. Sin embargo, existe una marcada diferencia entre la frontera del conocimiento y la tecnología con que se llevan adelante los sistemas productivos. Pareciera que la masividad e instantaneidad con que se difunde la información no alcanza para disminuir la brecha tecnológica. Esta realidad presenta uma oportunidad para el sistema de extensión.

Las metodologías de trabajo grupal son una alternativa validada en la extensión rural que se adapta a diferentes escalas y sistemas productivos presentes en Bolívar. La construcción conjunta de la innovación entre profesionales que conocen la realidad local y técnicas y procesos necesarios para el desarrollo de sistemas productivos sustentables, y productores con experiencia y posibilidades de implementar transformaciones, resulta clave. El proceso llevado a cabo para la documentación del trabajo desarrollado en la AER Bolívar con grupos resultó una instancia enriquecedora, ya que permitió a los extensionistas interpelar su accionar y las estrategias de extensión de la unidad.


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