Salud. La ‘Campana del alta´ llega al Capredoni, un sonido de esperanza para enfermos de cáncer

La campana del alta llega al hospital “Dr. Miguel L. Capredoni, un sonido de esperanza para todas aquellas personas que tienen que hacer frente a una enfermedad tan dura como es el cáncer, ya que quienes logren superar este ‘mal’ podrán tocar este objeto y demostrar al resto de pacientes que puede haber salida. Su sonido expresará la alegría, la felicidad y el bienestar del paciente como símbolo de triunfo al acabar una etapa dura y transmitirá esperanza y apoyo al resto de los pacientes. La iniciativa llega de la mano de una paciente oncológica que realizó parte de su tratamiento en el servicio de oncología del hospital bolivarense. Es una mujer que tuvo que hacer frente al cáncer y que ha querido compartir con todos los pacientes el «aliento» y el «empuje» que recibió ella durante su tratamiento.

La médica oncóloga Sonia Cuyer y el licenciado Gustavo Murgades, profesionales del equipo del servicio de oncología de Bolívar, contaron detalles de la actividad que se realizará mañana miércoles a las 9 horas en las dependencias del área oncológica del Hospital, lugar en donde fue instalada la campana.

La oncóloga Sonia Cuyer contó a este medio que “la idea de esto surge de charlas en quimioterapia de como poder cerrar las etapas. Siempre cuando se plantea un tratamiento decimos “vamos por etapa” entonces esto que empezaremos a hacer es para poder cerrar la etapa del tratamiento activo”.  “Las pacientes que estaban en tratamiento activo le plantearon al licenciado Murgades la necesidad de poder hacer algo simbólico y surgió la idea de hacer sonar las campanas cuando finalizan el tratamiento. Gustavo cursó la idea y a través de una paciente logramos concretarlo”.

El licenciado Murgades dijo “nosotros siempre planteamos hacer un tratamiento integral, no solamente quedarnos en los tratamientos farmacológicos, citostáticos, diferentes tratamientos como pueden ser los rayos o las cirugías sino teniendo en cuenta los diferentes aspectos o ámbitos de una persona. Sabemos que el tratamiento quimioterapéutico genera un gran impacto emocional, generalmente asusta, sobre todo cuando tienen conocimiento de gente que no la pasó bien y también sabemos que el final de la etapa de la quimio marca un antes y un después”.

“En una charla con una paciente que estaba recién terminando el tratamiento se fue dando esta cuestión y planteó que tendríamos que contar con algo que marque y que sea con un motivo de alegría y nos pareció muy interesante esto de poder hacer sonar las campanas, como lo hemos denominado `la campana del alta´. Fue la iniciativa de una paciente que se encontraba paseando y vio una campana, le gustó el sonido y la donó para el servicio y fue su propio esposo quién la colocó, que también nos parece que tiene más mérito porque no solo es una iniciativa que nace de la paciente en sí, sino que también es una paciente quién la compra y la dona y su esposo quién la coloca, es como un momento simbólico de dejar algo, de dejar una huella, un legado para las personas que siguen y también para las personas que han terminado con el tratamiento que también pueden venir a hacer sonar las campanas”, destacó Murgades.

“Esto adhiere a nuestro enfoque multidisciplinario y pensando en la calidad de vida y en el abordaje integral del paciente”. “Nosotros en el servicio de oncología nos hemos destacado por el trabajo interdisciplinario, que más allá de juntar todas las disciplinas o la mayor cantidad de disciplinas también es tener en cuenta los diferentes aspectos de cada uno de los pacientes que forman parte de este servicio y nos pareció muy importante realizar esta actividad más teniendo en cuenta el mes, estamos en el mes de octubre mes de la concientización, justamente un día tan simbólico.

Asimismo, el profesional destacó “creemos que también sirve para recordar la importancia de los controles, por eso es importante hacer un poco de ruido, poder hacer sonar la campana en este sentido, poder seguir siempre afirmando más allá de los hábitos saludables, un estilo de vida acorde, la necesidad de la importancia de los controles, porque lo que se previene se está evitando o lo que se descubre en un estudio previo es mucho más abordable que cuando algo ya algo está dando síntomas”.

La doctora Cuyer agregó “nosotros tratamos de integrar todo y en ese integrar sumamos esta actividad a los talleres que venimos haciendo desde el año 2014 y que se llaman “Luzca Bien”. Muchos han participado y han sido muy bien aceptados.  La gente del Rotary nos ha dado mucho apoyo para crear el espacio, para que sea un encuentro cálido”. “Tenemos muy buena aceptación de las pacientes y un gran apoyo de la Cámara Argentina de Cosméticos que nos sigue apoyando hace muchos años en esto”. “Durante la pandemia lo hicimos virtual hasta que pudimos volver a hacerlo presencial, porque las pacientes lo necesitaban y con todos los cuidados y medidas lo fuimos adosando al momento que se vivía y hoy por hoy estamos mucho más relajados. Durante este año se hicieron tres talleres y el último será en el mes de diciembre”.

Los profesionales destacaron y agradecieron el apoyo de la comisión directiva de la Cooperadora del Hospital Municipal, que en esta oportunidad se sumando aportando un refrigerio para que las personas que concurran al acto inaugural compartan con los integrantes del equipo del servicio de oncología de Bolívar.