A dieciocho años del fallecimiento de Pedro Barnetche, que se cumplirán mañana viernes 6, la Biblioteca Rivadavia invita a recordar a uno de los mayores benefactores sociales de nuestra historia como pueblo, que mediante la cesión de más de dos mil hectáreas de campo a instituciones contribuye en grande con la vida y el progreso de nuestra sociedad en su conjunto.

"Es el legado más importante de la historia de Bolívar", afirmó Julio Fal, presidente de Rivadavia. "Es una fecha importante para la Biblioteca y para muchas instituciones, pero también para toda la comunidad", dijo Julio Fal, presidente de la Biblioteca Rivadavia, ayer a este diario.

"Yo creo que es un acontecimiento muy importante por la trascendencia del legado de Don Pedro, que le cambió la vida a muchas instituciones de Bolívar e incluso a la comunidad, a través de esas entidades", completó el concepto. A juicio del presidente de la casa cultural con sede en Las Heras 80, una de las beneficiarias del aporte, el legado de Barnetche es "el más importante de la historia de Bolívar, más de dos mil hectáreas distribuidas entre Hogar del Niño, Hogar ITO, Asilo de Ancianos, Bomberos, la Cooperadora del hospital" y la propia biblioteca. Pedro Barnetche había nacido en Bolívar. De muy chico vivió en Córdoba, luego en Europa y finalizó sus días entre nosotros. "Su padre, Domingo Barnetche, fue un vasco que llegó acá en el siglo XIX, a trabajar con sus familiares, los Goyeneche, los originales dueños de esos campos", historió Fal.

Hablando puntualmente de la Rivadavia: su aporte fue crucial. Podríamos intentar una ucronía: qué sería hoy de la vida institucional de la biblioteca si en su camino no se cruzaba el 'legado Barnetche'.

-Días atrás, revisando el archivo de la biblioteca, encontré un decreto firmado por el entonces intendente Simón, de julio o agosto de 2006, donde autorizaba una rifa a la institución, cuyo premio era una cena y con un segundo y tercer premios también menores; una pequeñísima rifa, que era lo que la entidad tenía que ir de vez en cuando haciendo en ese tiempo, para poder pagar los gastos de luz, de calefacción. Eso fue casualmente un mes antes del fallecimiento de Don Pedro. Pero su legado le cambió la vida a la biblioteca, y ahí fue cuando pudimos construir el auditorio "María B. de Barnetche" y recientemente este año el entrepiso y remodelar de la sala de lectura.

Pasaron de '¿cómo hacemos para pagar la luz?', a '¿qué artista podemos traer el mes que viene al auditorio, llegamos a Mederos'?

-Es así. Es así. Una diferencia sustancial. A la biblioteca le cambió la vida, lo mismo que a las otras instituciones. Para las que tienen personal, sobre todo, hoy es muy difícil sobrevivir, por los costos operativos, el mantenimiento edilicio, el pago de los servicios, la alimentación en el caso de los hogares de ancianos. Yo creo que ha sido la obra más importante de un particular en la historia de nuestra ciudad.

¿La comunidad de Bolívar lo recuerda en la medida en que su obra creés que merecería?

-Yo creo que no. En parte porque él tenía escasas relaciones acá, por su personalidad, por su forma de ser, que era más bien la de un hombre aislado. Pero sin embargo la obra que dejó es de una trascendencia enorme. Yo creo que no es recordado con la suficiente fuerza, como lo hubiera merecido. Y creo que las instituciones legatarias son las que tenemos que impulsar su recuerdo y el reconocimiento.