1 de septiembre de 2024
Al declarar como testigo en el juicio el pasado 14 de agosto, Cristina Kirchner denunció "violencia política" y aseguró que "nunca intentaron dar con los autores materiales" del atentado.
Este domingo 1º
de septiembre se cumplen dos años del intento de magnicidio que sufrió Cristina
Fernández de Kirchner cuando era vicepresidenta. Aquella noche, cerca de las
21, la exmandataria llegó a su casa en el barrio porteño de Recoleta, donde
había una masiva congregación de seguidores esperándola. Entre ellos estaba
mezclado Fernando Sabag Montiel, quien se le acercó a pocos centímetros y
gatilló en su cara. El proyectil no salió y el joven está preso por el intento
de homicidio, en pleno desarrollo del juicio oral. El proceso tiene también en
el banquillo de los acusados a la exnovia de Sabag Montiel, Brenda Uliarte, y a
Gabriel Carrizo, joven cercano a la pareja.
Los tres están
acusados del delito de "tentativa de homicidio doblemente calificado por
alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de
arma de fuego". El juicio oral, con una audiencia semanal, está a cargo de los
jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari y la fiscal es Gabriela
Baigún, y puede seguirse a través del canal de YouTube del Poder Judicial.
En el inicio del
juicio oral, meses atrás, ante el Tribunal Oral Federal 6, Sabag Montiel
confesó abiertamente su deseo de matar a Cristina Fernández e insistió que fue
por motivación personal sin "el accionar de terceros", para diferenciarse de su
exnovia. Textualmente aseveró: "Yo la quería matar y ella (por Uliarte) quería
que muera".
Asimismo,
describió sobre su proceder: "Creo que es un acto de justicia y no fue un acto
en el que traté de favorecerme económicamente. Tiene una connotación más
profunda, más ética y más comprometida con el bien social que otra cosa".
Por su parte,
Uliarte ha tenido presentaciones extrañas y burlonas en el juicio, que llevaron
al pedido de informes psiquiátricos. En el caso de Carrizo, quiso exculparse
afirmando que los mensajes de su teléfono eran parte de una "broma".
El atentado
contra Fernández de Kirchner, uno de los hechos más graves de violencia
institucional de la historia de la política contemporánea, se centró en
inculpar solo a estos tres jóvenes, más allá de algunas líneas de investigación
que quedaron abiertas o estancadas en el expediente, como la investigación
sobre el diputado Gerardo Milman y la conversación con sus secretarias, en la
que presuntamente se habría referido al plan de magnicidio, ni al rol en el
episodio que habría tenido la agrupación Revolución Federal.
La investigación
del diputado Milman requerida por la querella no fue tenida en cuenta, e
incluso, se conoció que el contenido del celular del legislador se borró. De
igual modo, a pocas horas del ataque, el traslado del celular de Sabag Montiel
fue completamente irregular y, finalmente, el contenido del teléfono de Sabag
Montiel tampoco pudo obtenerse.
La declaración de Cristina Kirchner
Al declarar como
testigo en el juicio el pasado 14 de agosto, Cristina Kirchner denunció
"violencia política" y aseguró que "nunca intentaron dar con los autores
materiales" del atentado, al tiempo que apuntó contra el fiscal Diego Luciani,
de quien dijo que "contribuyó a un clima de odio indubitable".
La
exvicepresidenta indicó además que nunca pensó que "en la Argentina democrática
podía haber un atentado", y ratificó que "este es un juicio es contra de los
autores materiales, y no a los autores intelectuales y financiadores del
hecho". En esa línea, enfatizó: "Más que un reclamo mío, tiene que ser una
deuda que tienen que saldar con la democracia. Cuando la acusada soy yo, se
queman todos los procedimientos penales y hasta la Constitución".
Además, realizó
fuertes declaraciones contra el fiscal Carlos Rívolo y la jueza María Eugenia
Capuchetti, quienes escucharon su declaración el 2 de septiembre de 2022, un
día después del atentado que sufrió. En un mensaje contundente, Kirchner calificó
su actuación como "un desastre total y absoluto".
La expresidenta
criticó especialmente la decisión de no unificar la causa del atentado con la
de la agrupación Revolución Federal, a pesar de que ella misma solicitó esa
unificación al magistrado encargado de la instrucción. "La unificación que se
quiso hacer con la causa de Revolución Federal con la causa de mi atentado fue
rechazada por la doctora Capuchetti, y la decisión de ella fue ratificada por
la Cámara Penal", comentó. Pero advirtió: "No es solamente la doctora
Capuchetti. Es el partido judicial".
Sobre la línea del legislador Milman, la mandataria lo calificó irónicamente como el "Nostradamus contemporáneo", y recordó que unos meses antes del intento de magnicidio, el diputado del PRO, había presentado un proyecto donde pedía informes sobre la custodia de la exmandataria. (DIB)
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