Por decisión del gobierno municipal, el Hospital de Bolívar Miguel Capredoni suspenderá las prácticas programadas por los usuarios a través de planes de medicina prepaga y sólo atenderán urgencias.

Así lo informaron a través de un comunicado de prensa oficial en el que sostienen que los valores retribuidos al municipio son irrisorios y además registran injustificados retrasos en los pagos.

En ese sentido, se dijo que el intendente Marcos Pisano viene efectuando los reclamos pertinentes desde el mes de diciembre pero que la falta de respuesta no dejó otra alternativa más que adoptar esta medida que afecta a las prestadoras de salud OSDE, La Pequeña Familia, Swiss Medical y Medicus.

De esta forma, el único efector de salud se abocará a programar prestaciones únicamente para aquellos que no tengan plan de salud.

Entre otras justificaciones, alegaron que la desregulación de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) impulsada por el presidente de la Nación, Javier Milei, “pone en una situación por demás compleja a los nosocomios, y perjudica de forma directa a los afiliados” ya que, explicaron, “las prepagas aumentaron durante el último año, valores que superan el 200% y que no se ven representados en lo que las mismas financian al Hospital”.

En rigor, corresponde decir que los problemas relativos a pagos ínfimos y fuera de término por parte de las prepagas son de vieja data e incluso anteriores a la gestión Milei. No obstante, es cierto que las empresas de salud han podido ahora aumentar las cuotas a sus afiliados sin que ello signifique una proporcional actualización para con el nosocomio local.

El anuncio, se estima, traerá suficiente repercusión social y tal vez sea merecedor de mayores precisiones. Mientras tanto, el tema de la salud en Bolívar sigue apareciendo como uno de los más delicados que toca afrontar.