A horas de su regreso a los escenarios tras un largo año de silencio artístico, este sábado en Camarón Bubba, la cantante Sandra Santos admite estar "nerviosa" y "ansiosa", pero aclara que se trata de "una ansiedad de la buena". Mientras, afina junto al pianista Juan Montero un variopinto plan de canciones que va del folclore al tango, pasando por el rock y el melódico, y que implica una suerte de volver a sus fuentes porque abordará piezas que no cantaba desde sus años de formación en el Teatro Colón y otros ámbitos académicos, y con las que también incursionó en la tele nacional en los ochenta y noventa.

Ya publicamos dos notas sobre tu regreso, y anticipamos que cantarás cosas de Walsh que hace añares no cantás, caso Como la cigarra, y algo de rock, caso 11 y 6, de Fito. ¿Qué otra novedad ofrecerás dentro de tu repertorio?

- Algo de Gloria Estefan habrá. De su etapa folclórica previa a todos sus grandes éxitos. A mí me pasó que mientras grabábamos nuestro tercer disco (con La Trova), estaba ahí Pablo Santos, bajista de JAF y arreglador de Soledad, un gran músico, que me dijo que tenía que hacer los temas del folclore viejo de Gloria Estefan. Por ejemplo Hoy. Esa es una de las que incluiremos el sábado.

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La intérprete explica que, frente a las sugerencias de cantar esto o aquello, constantes en la vida de cualquier cantante, "una oye y va incorporando, guardando por ahí. Algunas de esas cosas un buen día afloran, porque oír y escuchar son dos asuntos diferentes".

Así es que ahora, no sabemos por qué y tampoco importa demasiado, volvió a la superficie de su mente aquella sugerencia de Pablo Santos formulada hace ya varios años. Además, cantará La gata bajo la lluvia, de Rocío Dúrcal, que interpretaba en sus años formativos, y acaso alguna del 'Nano' Serrat. La dupla SantosMontero elabora un menú de canciones para salir al ruedo, lo que implica mirar mucho allá del show del sábado en el restorán de pescados.

En la lista eventual aparecen varios nombres que quizá 'dejarán de una pieza' a quienes hayan seguido la carrera de la arrolladora frontwoman desde que se afincó en la ciudad de las palmeras que no es Miami en 2004. Por ejemplo Memphis, La Blusera, banda de la que está preparando un par de canciones y que iba a ver de muy piba con amigos a un sótano porteño, muchos años antes de que el combo liderado por el vozarrón de Adrián Otero se consagrara en el país. Y también Pappo, Sandra Mihanovich y Orlando Netti.

El tren de las novedades también pasará por la 'estación Juan Manuel Montero', cantante además de pianista. En Bubba, el nuevo socio de Santos cantará páginas de dos célebres españoles: José Luis Perales y Nino Bravo. Bastante de todo esto sonará el sábado, pero además también folclore, "que no puedo dejarlo porque me acompañó, me acompaña y lo siento en el corazón", y tres tangos, "género que me gusta muchísimo y me conmueve cada día más", completó la exlíder de La Trova. Finalmente, anticipó que desempolvará piezas de Arsenio Aguirre, que hace mucho no aborda y es "un compositor tremendo, con una zambas hermosas".

Nervios, en espera de "esa magia" ¿Cómo estás, a cuatro días del regreso?

- Bien, estoy muy bien. Contenta. Estoy nerviosa, ansiosa, pero es una ansiedad de la buena. El día que me falte esa sensación, tendré que dedicarme a otra cosa. Una carga nerviosa tenés que tener siempre a la hora de salir al escenario. Juan Manuel me decía en el ensayo del otro día que ya está, que sale perfecto, pero bueno, los nervios activos están. Yo aguardo con intensidad salir, pisar el escenario, porque al encarar la primera estrofa ya me doy cuenta de la conexión que tendremos con la gente, si va a funcionar, al músico le pasa así. Y cuando esa magia ocurre, ya está todo en orden.

Cantarán para gente mientras cena. ¿Cómo es? No ha de ser lo mismo que en un teatro...

- No, no. Yo hace mucho que no hago esa versión. Es un desafío, porque la gente está cenando y vos le tenés que dar algo, un condimento para que deje el trozo de pescado y te mire, te escuche. Tenés que ganarte al público que está comiendo, pero me parece que el repertorio que laburaremos es tan amplio, que vamos a lograr esa conexión de la que te hablaba antes, despertar ese interés. Las entradas tienen un valor de 3500 pesos, y pueden reservarse en Camarón Bubba. Además se podrá cenar, para lo cual es necesario reservar mesa en el restorán de pescados, y a propósito Santos aclaró que ya casi el ochenta por ciento del espacio está guardado. (Para quien prefiera otra opción de menú, también habrá pastas.) No es necesario cenar, se podrá beber un trago y ver el concierto. El horario al que se convoca es las 22 horas.

"Un nuevo renacer"

Es sólo el show del regreso, con un nuevo ensamble, de una mujer que ha hecho muchas cosas, pero que esencialmente es una cantante. Nada más y nada menos que eso, si bien Santos-Montero se lo plantean como el puntapié inicial de un camino para el que no se fijan límites. De hecho, y tienen casi cerrado para diciembre un concierto en el reputado bar porteño Niceto, como teloneros de un grosso del folclore. Sandra, por su lado, espera la hora con alegría, allende esos nervios suaves sin los que nada de esto tendría sentido ni valor. Lo vive, finalmente, como "un renacer; un nuevo renacer".